Las abejas fueron declaradas por el Eearthwatch Institute como los seres vivos más importantes del planeta. Advirtieron a su vez que se encuentran en la larga lista de especies que se encuentran en peligro de extinción.
Estudios recientes mostraron una disminución dramática en el número de abejas, casi el 90% de la población ha desaparecido. Según especificaron, esto se debe al abuso de pesticidas y a la deforestación, entre otros factores.
Ahora bien, ¿por qué este insecto fue elegido como el ser vivo más importante del planeta? El 70% de la agricultura mundial depende exclusivamente de las abejas. La polinización, tarea exclusiva que realizan los antófilos, conocidos comúnmente como abejas, resulta fundamental para que las plantas logren reproducirse.
Las abejas, además de ser, el único ser vivo que no transporta ningún tipo de patógeno, les garantizan al ser humano buenos resultados en las cosechas. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), informó que aproximadamente dos terceras partes de las plantas cultivadas que se utilizan en la alimentación dependen de la labor de estos insectos. Según una cita atribuida a Albert Eistein, “si las abejas desaparecen, los humanos tendrían 4 años de vida”.
Argentina pierde un 34% de colmenas de abejas por año, cifra que la convierte en el quinto país de América Latina en mortandad de abejas. La muerte de 72 millones de abejas en la provincia de Córdoba conmocionó en 2018 al país. Semejante estrago generó pérdidas económicas por un valor de $1280 millones.
A pesar de que todas las especies son invaluables para el ecosistema, las consecuencias de que las abejas se terminen de extinguir serían dramáticas. 250 mil especies de plantas con flores dependen de ellas por su polinización. Además, muchos medicamentos convencionales como alternativos provienen de plantas con flores. El algodón por ejemplo es un producto esencial polinizado por abejas.
No sólo la existencia del ser humano se ve amenazada por este fenómeno. Aves, pequeños mamíferos, insectos no podrían alimentarse más de bayas y semillas que dependen de la polinización que produce la abeja, y morirían de hambre.